En total han perdido la vida en accidentes en calles y carreteras del país 40.200 personas, 6 % más que en 2015 y 14 % más que en 2014, y otros 4,6 millones tuvieron que recibir atención medica a causa de las heridas que sufrieron, 7 % más que en 2015.

La tasa de mortalidad en accidentes de tráfico se situó en 12,40 muertes por cada 100.000 habitantes, lo que significa un incremento de 5 % respecto a 2015.

El costo para la sociedad de los accidentes viales ha sido de aproximadamente 432.000 millones de dólares, 12 % más que en 2015 según datos preliminares del Consejo Nacional de Seguridad (NSC).

NSC menciona varios factores que pueden haber influido en el aumento, incluido el hecho de que las millas recorridas por el parque móvil estadounidense están en aumento como consecuencia de que la gasolina está barata y la economía crece.

Pero sobre todo alude a lo que "los estadounidenses están haciendo al volante", como excederse en la velocidad (64 %), escribir mensajes de texto o interactuar con dispositivos de voz (47 %), estar bajo los efectos de la marihuana (13 %) o haber consumido demasiado alcohol (10 %).

"Nuestra complacencia nos está matando. Los estadounidenses creen que no se puede hacer nada para impedir que haya accidentes, pero eso no es verdad", señaló Deborah A.P. Hersman, presidente y directora ejecutiva del Consejo.

Hersman ha denunciado que Estados Unidos va a la zaga del resto del mundo desarrollado en lo que se refiere a poner freno a este enorme coste humano y material, y pidió a las autoridades que tomen medidas para "salvar vidas".

Texas, con 3.751; California, con 3.680, y Florida, con 3.037, son los estados donde más víctimas mortales hubo, y el Distrito de Columbia, con 28, y Rhode Island, con 53, donde menos.