El chico, de 18 años, conducía un patinete eléctrico por las calles de Lisboa en estado de embriaguez y el resultado del control de alcoholemia fue de 1,08 gramos de alcohol por litro de sangre, una tasa muy por encima de la permitida.
Los agentes vieron que el dueño del patinete no circulaba con habilidad y le sometieron a la prueba de alcoholemia. Entonces, al dar positivo, le retiraron el patinete y le impusieron una sanción de 250 euros, que de haberse tratado de un coche, habría ascendido a 500 euros como mínimo, según informa 'El País'.
No es la primera vez que este medio de transporte genera una polémica y causa problemas. En España, la DGT ya anunció en diciembre una normativa para regular el uso del patinete eléctrico.