El envejecimiento del parque de motocicletas en nuestro país y la cantidad de usuarios que circulan sin la ITV ha disparado las alarmas con datos muy preocupantes, que han empeorado con la pandemia.
Por otra parte, cerca de la mitad de las motocicletas que circulan por España tienen una antigüedad superior a los 15 años, lo que aumenta la probabilidad de sufrir una avería o accidente.
Además, hay que añadir los problemas legales a los que se puede enfrentar el usuario de una moto que sufra un accidente y no tenga la ITV, porque en ese caso el seguro no cubre los daños materiales sufridos y, en función del tipo de póliza y la causa del accidente, tampoco cubrirá los daños personales o los gastos jurídicos.
El sector de la ITV reclama a la Administración un mayor control. En la actualidad, cuando se renueva la póliza del seguro no se comprueba que el vehículo cuenta con la ITV.
Sin embargo, la DGT sí que vigila el número de matrícula desde 2014 a través de cámaras y radares y dicha información la cruza con los datos que envían las estaciones de ITV.
Desde 1987 la ITV es obligatoria para las motos y desde 2007 para los ciclomotores.
El estado de la ITV de un vehículo, según asegura la DGT, tiene una relación directa con su seguridad. Por ello, desde AECA-ITV recuerdan que la labor preventiva de las ITVs es fundamental para reducir o evitar riesgos en carretera.
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