Para visibilizar esta práctica, este jueves se ha celebrado el I Día de la Contramarcha, una iniciativa que nace para concienciar sobre la importancia de que los niños viajen a contramarcha para reducir la mortalidad infantil en los accidentes de tráfico.

La jornada ha sido organizada por Axkid, una empresa sueca de sillas, con el apoyo del Instituto Nacional Sueco de Investigación de Carreteras y Transporte (VTI), para destacar la importancia de implantar el sistema de retención infantil a contramarcha y ha contado con numerosos expertos en la materia.

“Los primeros años, lo más seguro para el niño es que la silla esté en sentido opuesto a la marcha” ha asegurado la coordinadora de las jornadas y fisioterapeuta, Marta Erill, y ha insistido en que la contramarcha reduce la tracción que sufre el cuerpo ante una frenada imprevista o un accidente.

Para que los asistentes sean conscientes de lo que supone un accidente en el cuerpo de un niño, en el evento han instalado un simulador en el que el público ha podido experimentar la diferencia proporcional de peso entre cuerpo y cabeza que existe entre un adulto y un niño y sentir cómo la contramarcha redistribuye mejor la carga en caso de impacto.

Asimismo, ha insistido en que lo que para un adulto puede ser un latigazo cervical, en los niños provoca daños más graves de niveles neurológicos, medulares o, incluso, pueden llegar a la decapitación interna: que la columna y el cráneo se separen por dentro.

En Suecia, donde cuentan con una dilatada experiencia en contramarcha y que la gente es extremadamente responsable con la seguridad, se celebra anualmente un día de la contramarcha donde en los colegios celebran “su derecho a viajar seguros”.

Suecia tiene el número más bajo de mortalidad infantil en tráfico

Un informe del Consejo Europeo de Seguridad de Transporte (ETSC) destaca que Suecia tiene el número más bajo de mortalidad infantil en tráfico de 0 a 14 años en comparación con otros países de la Unión Europea.

Durante la jornada han insistido en que si la mayoría de los padres y madres supieran la “diferencia vital” que supone “no dudarían en ponerlos inmediatamente en el sentido opuesto de la marcha” y, por ello, “van a trabajar por dar a conocer esa medida”.

Asimismo, ha criticado que España parece un país “estancado en el siempre lo hemos hecho así” pero ha asegurado que, como todas las medidas que en un principio “irritaban pero nos hemos acostumbrado”, espera que la contramarcha se convierta en “lo cotidiano” de la seguridad vial infantil.