Se trata del primer colectivo de seguridad vial que alcanza el objetivo “visión cero” con cero fallecidos en siniestros de tráfico desde el año 2013. Sin embargo, sí que se producen aún siniestros en los que la velocidad inadecuada y las distracciones son las principales causas de los mismos.
Es por este motivo, por el que laDirección General de Tráfico ha puesto en marcha esta nueva campaña especial de vigilancia que durará hasta el próximo viernes 26 de mayo y en la que se controlará especialmente que se circula a la velocidad permitida y que no se hace uso del teléfono móvil u otros aparatos que supongan distracción.
Del mismo modo, se realizarán controles de alcohol y otras drogas entre los conductores y, debido a la importancia que tiene el cinturón de seguridad en caso de accidente, se prestará especial atención al uso de estos en aquellos autobuses escolares que los lleven instalados.
Además, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil, como los de las policías locales de aquellos municipios que decidan sumarse a la campaña, intensificarán las inspecciones sobre estos vehículos, comprobando que las autorizaciones y documentos que deben tener son los correctos para la prestación del servicio, verificando también tanto que las condiciones técnicas y los elementos de seguridad del vehículo sean los que exige la normativa, como los requisitos especiales que debe cumplir el propio conductor, como son el permiso de conducción o los tiempos de conducción y descanso.
En la última campaña, celebrada en diciembre de 2022, donde participaron agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil y policías locales de 231 ayuntamientos pertenecientes a 36 jefaturas provinciales de tráfico, fueron denunciados 1.376 vehículos de los 5.557 controlados (más del 50%), la mayoría por infracciones relacionadas con la autorización especial para el transporte escolar o con el seguro de responsabilidad ilimitada que deben tener.
Y es que el transporte escolar está sometido a una serie de normas de cuyo cumplimiento depende en muchos casos la seguridad de sus pequeños pasajeros, por lo que es responsabilidad de todos exigir que estas se cumplan, ya sea a través de campañas como esta, de los centros educativos o de las asociaciones de padres que se encargan de contratar las rutas.