Aunque el cambio climático es un problema que afecta a todas las personas, es indiscutible que no todos los países sufren sus consecuencias de la misma manera, y que no tienen la misma capacidad de respuesta y de protección ante su amenaza.

Son  los países en situación de pobreza los que sentirán más el impacto del calentamiento global: parece bastante claro que el cambio climático actuará de forma sinérgica con las vulnerabilidades que ya padecen estos países.

De esta manera, las personas de estas comunidades verán más mermado su acceso a aspectos tan esenciales como el agua. También serán víctimas de más inundaciones, huracanes o sequías, y sus capacidades de desarrollo disminuirán no solo por un acceso peor a los recursos, sino porque es probable que su entorno se degrade más rápidamente por culpa de factores como la contaminación o la deforestación.

Por este motivo, es importantísimo que la comunidad internacional haga hincapié en políticas de desarrollo sostenible que garanticen una economía sustentable y un uso racional de los recursos, que permita a estas comunidades enfrentar el cambio climático sin poner en peligro sus ecosistemas.