Hasta ahora, la emisión de carbono forestal se ha medido a partir de la deforestación. Sin embargo, en este nuevo estudio se han evaluado los distintos cambios sutiles producido en las pérdidas naturales y humanas, entre los que destacan la tala de árboles a pequeña escala, la mortalidad y el crecimiento del bosque.

Los creadores del estudio instan a todos los países a llevar a cabo medidas importantes para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con el objetivo de lograr los objetivos climáticos fijados en el Acuerdo de París. Los investigadores creen que esto se podría subsanar, si se detiene la deforestación y la degradación mediante la restauración de las tierras degradadas de los bosques.

El autor principal del informe y científico de WHRC, Alessandro Baccini, ha destacado que es necesaria la reducción de las emisiones de manera radical y aumentar la capacidad de los bosques de absorber y guardar carbono, ya que son la única forma de almacenar carbono de manera segura y económica.

Para llegar a las conclusiones anteriores, se han medido los cambios en el carbono forestal subterráneo de América tropical, África y Asia, aquellos lugares que puedan almacenar más carbono y puntos calientes de biodiversidad y servicios ecosistémicos esenciales como alimentos, fibra y combustible.

Por otro lado, la mayor parte de la pérdida de bosques se dio en América aunque también fue donde aumentó más la ganancia tropical (43%) seguida de África (30%) y Asia (26%). Además, la degradación y la perturbación fueron responsables de la mayoría de las pérdidas de bosques tropicales en América y en África.

Por último, el informe destaca que entre las propuestas de los gobiernos para cumplir el Acuerdo de París, cada vez abundan más las medidas basadas en los bosques tropicales para frenar el cambio climático. El fin de la deforestación tropical y la degradación forestal puede reducir las emisiones anuales en al menos 862 teragramos de carbono, lo que supondría el 8% de las emisiones globales anuales.