En casa, con las medidas de seguridad adecuadas, podemos fundir plástico con el objetivo de reciclarlo. No todos los tipos de plástico se pueden fundir en casa. Los más comunes y menos tóxicos que podemos reciclar en casa son el polietileno y polipropileno que los encontramos en los envases de alimentación.

Lo más habitual es contar con un horno portátil y fundirlo dentro de ese horno, porque no se debe hacer en el mismo horno donde luego meteremos comida.

Antes hay que triturar el plástico, prestando atención con los microplásticos que no deben acabar en la basura. Una vez triturado, se añade al molde en el que se fundará y se deja un mínimo de 20 minutos a una temperatura máxima de 190 grados.