El norte de España arde y las llaman ponen en peligro zonas de la Cordillera Cantábrica como el Parque Natural de las Fuentes del Narcea donde viven y se alimentan los osos pardos.

La Fundación del Oso Pardo ha comunicado desde el concejo de Cangas de Narcea que muchos robledales y arandaneras, muy importantes para el oso pardo y para los últimos urogallos cantábricos, han sido calcinados. Además, en esta zona los pueblos de Gillón, Larón y La Viliella han sido desalojados y el fuego amenaza el hábitat de los osos pardos “incluyendo la Reserva Natural Integral de Muniellos”, ha aclarado la nota.

Por otro lado, en el Alto Sil leonés la pérdida es también muy importante en las poblaciones Villablino, Palacios del Sil y Páramo del Sil, ya que en sus montes hay “un importante núcleo reproductor de oso pardo”.

Además, la fundación ha destacado que uno de los peores incendios ha arrasado montes donde más de veinte osos se habían refugiado para alimentarse con las bellotas del lugar.

Desde esta organización creen que no es casualidad que los incendios se hayan desatado justo en esos puntos, opinan que han sido intencionados y que han sabido elegir el momento perfecto para hacer más daño, cuando hay mucha sequía, viento y altas temperaturas, aunque hay que esperar a que se conozcan las versiones oficiales definitivas. La fundación reclama que “un comportamiento criminal de esta magnitud merece una investigación de los hechos en profundidad” y pide que “los responsables sean castigados con toda la contundencia que merecen quienes ponen en peligro vidas humanas, propiedades y el patrimonio natural que pertenece a toda la sociedad”.