El estudio, el primer Índice de Salud de los Océanos, califica las zonas marítimas del mundo de acuerdo con variables que miden la explotación pesquera, turística, la biodiversidad o el valor paisajístico de la costa.

Conservation Internacional y National Geographic, las dos principales organizaciones tras el informe, señalaron que la media global se situó en 60 en un índice que va del uno al 100.

Ben Halpern, científico jefe del índice, señaló en una rueda de prensa telefónica que "los océanos del mundo están mejor de lo que cabría imaginar". Añadió que aunque hay "preocupación" los científicos también albergan "esperanza".

África occidental, Centroamérica o partes del sur de Asia obtuvieron las peores notas debido a "un cambio sin precedentes en la manera en que impacta la humanidad en los océanos y nuestra coexistencia con ellos".

A la cola de la lista se sitúa Sierra Leona, con una calificación de 36, mientras que la mejor fue para Jarvis Island, una pequeña isla deshabitada en medio del Pacífico, que obtuvo un 86. 

Como indicó Halpern, en Sudamérica se puede observar un amplio rango de notas como en el caso de dos países vecinos Nicaragua y Costa Rica, que obtuvo un 61.

Un caso similar se da entre Ecuador (60) y Perú, algo que según los investigadores "se explica por la mejor supervisión de las autoridades ecuatorianas y por la existencia de ecosistemas que almacenan carbono -como pastos marinos, manglares o salares-". "Pese a que Perú tiene un mayor impacto e historial comercial marítimo, Ecuador trabaja bien en la protección del hábitat marino", indicó uno de los responsables del equipo investigador.

En Europa destaca el ejemplo de Alemania, uno de los países con mejor nota (73) pese a estar muy poblado, mientras que otros como España obtuvieron un 58, por debajo de la media mundial, especialmente por el impacto paisajístico del desarrollo humano en sus costas.

En el caso español destacan las altas notas en pesca artesanal para comunidades locales (95), limpieza de las aguas (76) y biodiversidad (74), mientras que los índices más bajos, ambos en 34, se dan en el impacto del turismo y la pérdida de especies o paisajes vinculados a la identidad cultural del país.

Según Enric Sala, investigador español de National Geographic, el valor al ser una media no muestra posibles variaciones en diferentes regiones costeras del país.