Después de conocer que varios científicos estadounidenses han inaugurado el recinto la 'Pared de viento' capaz de generar huracanes para que las instalaciones de los edificios mejoren con el objetivo de resistir al impacto de los ciclones. Atmospheric Science Letters ha publicado un artículo, en el que sus autores defienden la fabricación de nubes para poder hacer frente y controlar huracanes.

Son una de las fuerzas más destructivas de la naturaleza, pero ahora los científicos ambientales están trabajando para dominar los huracanes. Dichos científicos proponen sembrar nubes para disminuir la temperatura superficial del mar donde se forman los huracanes.

Para el estudio realizado, el equipo se centró en la relación entre la temperatura superficial del mar y la energía asociada con el potencial destructivo de los huracanes. En lugar de la siembra de nubes de tormenta o huracán directamente, la idea es centrarse en las nubes estratocúmulos marinas, que cubren una cuarta parte de los océanos del mundo, para evitar la formación de huracanes.

Los cálculos del equipo, basado en un modelo de acoplamiento de clima atmosférico y oceánico (HadGEM1), sugiere que esto podría reducir el poder de los huracanes en desarrollo en una categoría. Algo diferente de los proyectos convencionales de siembra de nubes, destinados a influir directamente en las cantidades de lluvia.

Esos cálculos muestran que cuando se apunta a las nubes de huracanes en desarrollo en regiones determinadas, la técnica podría reducir la temperatura superficial del mar promedio hasta unos pocos grados, disminuyendo considerablemente la cantidad de energía disponible para la formación de huracanes.

"Los huracanes obtienen su energía del calor contenido en las aguas superficiales del océano", afirma el doctor Alan Gadian, de la Universidad de Leeds. "Si somos capaces de aumentar la cantidad de luz solar reflejada por las nubes por encima de la región de de desarrollo de huracanes, entonces habrá menos energía para alimentar a los huracanes".

Utilizando una técnica conocida como Marine Cloud Brightening (MCB), los autores explican que se trataría de usar vehículos no tripulados pulverizando gotas de agua de mar minúsculas, una buena parte de las cuales se consolidaría en las nubes, aumentando su humedad y por lo tanto la reflectividad y duración de las mismas. De esta manera, más luz solar es reflejada de vuelta al espacio, lo que reduce la temperatura de la superficie marina. Están convencidos de que se podría rebajar la fuerza de los huracanes, no totalmente, pero sí en algún que otro nivel.

Desventaja potencial
Una desventaja potencial de la idea es el impacto de la siembra de nubes en las precipitaciones en las regiones vecinas. El equipo observó la preocupación de que la siembra en el Atlántico podría dar lugar a una reducción significativa de las precipitaciones en la cuenca del Amazonas y otros lugares. Sin embargo, si se utilizan diferentes patrones de siembra, desaparecen las reducciones de precipitación.

"Mucha más investigación es necesaria y tenemos claro que la siembra de nubes no debe implementarse hasta que estemos seguros que no habrá consecuencias adversas sobre las precipitaciones", explica Gadian. "Sin embargo, si nuestros cálculos son correctos, la siembra de nubes podría ser de gran valor para reducir significativamente el poder destructivo de los huracanes en el futuro."