La preocupación por el medio ambiente y el precio del combustible propician el aumento de la demanda de estos vehículos en los últimos años. Se añaden los planes de la UE de restringir las emisiones de dióxido de carbono.

El Salón permite probar a los indecisos las energías renovables aplicadas a los diseños del futuro. Son muchos los que ya apuestan por este tipo de combustible.

Asimismo, el Salón acoge una exposición dedicada a la historia del coche eléctrico y servirá de marco para la presentación de las novedades en el campo del reciclaje de componentes de automóviles, "donde Bélgica desempeña un papel líder", según la Federación Belga del Automóvil (FEBIAC).

El sector sufrió la caída de un 8,2 % de nuevas matriculaciones en la Unión Europea en 2012, según los últimos datos ofrecidos por la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (AECA, por sus siglas en inglés), que agrupa a las principales casas del continente. Mientras que en este periodo, China superó por primera vez a la UE en la producción de vehículos, según los fabricantes.

La muestra también cuenta con espacio para exposiciones sobre vehículos de competición de grandes motociclistas y proyecciones de anuncios publicitarios históricos del mundo del automóvil.

El Salón del Automóvil de Bruselas se celebra desde 1902 en la capital belga y este año se prevé una asistencia de unas 600.000 personas hasta su clausura el próximo 26 de enero.