Lo que pone de relieve que, en comparación con los turismos de hasta cuatro años, el riesgo de fallecimiento es 1,6 veces superior en aquellos de 10 a 14 años y 2,2 veces superior en los de 15 a 19 años.

En relación con los neumáticos, la DGT calcula que más de un millón de vehículos circulan con defectos graves en las ruedas, principalmente por llevar una profundidad del dibujo por debajo del mínimo legal de 1,6 milímetros. O por tener un desgaste irregular debido a una mala suspensión o una alineación incorrecta y circular con una presión errónea.

Respecto al alumbrado y señalización, recomiendan prestar especial atención a la utilización, mantenimiento y regulación de los faros, para conseguir, por un lado, disponer de luz suficiente y, por otro, no deslumbrar a quien circula por las mismas vías públicas.

Para prevenir su desgaste, desde Tráfico recuerdan que las lámparas van reduciendo su intensidad con el uso, por lo que deben cambiarse cada 40.000 kilómetros o cada dos años, siempre de dos en dos, para que su uso sea simétrico.

Del mismo modo que resulta fundamental mantener los faros y pilotos limpios. También se prestará especial atención a la legibilidad de las placas de matrícula, que no deben presentar obstáculos que dificulten su lectura e identificación. Así como a los parabrisas, que no deben presentar daño alguno, ya que son pieza fundamental en la resistencia estructural del vehículo, en la eficacia del airbag y en la de ser soporte de cámaras y sensores de dispositivos que ayuda a la conducción.

Por último, la DGT ha indicado que en 2016 se revisaron 19.509.380 vehículos en estaciones de Inspección Técnica de Vehículos (ITV), un 4 % más que en 2015. De entre ellos, 3.661.854, no superaron a la primera la inspección obligatoria (18,77% del total), lo que supone que casi uno de cada cinco vehículos fue rechazado por no reunir las condiciones mínimas de seguridad o por emitir a la atmósfera emisiones contaminantes y nocivas superiores a lo permitido por ley.

Unas cifras que preocupan tanto a Tráfico como a la UE ya que cada día mueren en las carreteras del continente más de cinco personas a causa de accidentes por fallos técnicos, razón por la cual la Comisión Europea está estudiando adoptar nuevas normas para reforzar el régimen de inspecciones.