En las mujeres a las que se les ha extirpado tejido ovárico, su almacenamiento y trasplante posterior de nuevo en ellas en una fecha posterior y ofrece una buena oportunidad para lograr que se queden embarazadas.

El tratamiento para el cáncer es generalmente la razón por la que el tejido ovárico se retira antes del tratamiento con la esperanza de que pueda ser trasplantado en el paciente en una fecha posterior para preservar su fertilidad. 

Pero, en ocasiones, ha habido preocipaciones de que ese tejido trasplantado podría contener células cancerosas que podrías provocar un nuevo cáncer. 

La doctora Annette Jensen, estudiante y médico en el Laboratorio de Biología Reproductiva en 'Rigshospitalet', en Copenhague, Dinamarca, y colegas de Rigshospitalet, el Hospital Universitario de Odense y el Hospital Universitario de Aarhus, en Dinamarca, revisaron los resultados de 41 mujeres danesas que habían tenido un total de 53 trasplantes de tejido ovárico descongelado y a las que se había seguido durante diez años para evaluar la función ovárica, la fertilidad y la seguridad del proceidmiento. 

El programa de trasplante de ovario comenzó en Dinamarca en 2000 y desde entonces cerca de 800 mujeres han congelado su tejido. Para este trabajo, los investigadores estudiaron los resultados de las mujeres que habían recibido trasplantes entre 2003 y 2014. La edad media de las mujeres en el momento en que el tejido se congeló fue de 29,8 años y la edad media cuando se realizó el primer trasplante era de 33.

Así, de las 41 mujeres, 32 deseaban quedarse embarazadas y un total de 10 (31%) lo consiguieron y tuvieron, al menos, un hijo .  Ocho niños fueron concebidos de forma natural tras el trasplante de ovario y seis hijos fueron concebidos con la ayuda de la técnica de fertilización in vitro (FIV).

Para tres mujeres, han pasado más de diez años desde que se les trasplantó el tejido; en seis pacientes, han pasado más de ocho años, y para 15 pacientes, han transcurrido más de cinco años. En el resto de los pacientes se les había trasplantado tejido entre seis meses y cinco años.

Los investigadores afirman que ninguna de estas recaídas parecía estar relacionada con el trasplante de tejido ovárico y no se desarrolló cáncer en el tejido trasplantado. "Por lo que sabemos, es la mayor serie de trasplantes de tejido ovárico realizada en todo el mundo y estos resultados demuestran que el tejido ovárico injertado es eficaz en la restauración de la función ovárica de una manera segura", afirma Jensen.