Detetar el Alzheimer, precozmente, es fundamental. Por ello, los espertos evaluarán a mil personas adultas con síndrome de Down con el objetivo de detectar esta enfermedad, que tiene una prevalencia de más del 80% en personas mayores de 60 años con este síndrome, según etsudios recientes. 

La razón de esta prevalencia reside básicamente en el hecho de que el cromosoma 21 que tienen triplicado las personas con síndrome de Down contiene el precursor de la proteína B-amieloide, presente en la enfermedad del Alzheimer. 

El proyecto de investigación se denomina Down Alzheimer Barcelona Neuroimaging Initiative (DABNI) y ha sido presentado  en Barcelona por el director general de la Fundación Bancaria "la Caixa", Jaume Giró; el director del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau de Barcelona, Rafael Blesa; y el gerente de este centro, Albert Salazar. 

También se encontraba en la presentación el exseleccionador español de fútbol Vicente del Bosque, que ha acudido a título personal como padre de un joven con síndrome de Down y para apoyar esta investigación inédita en el mundo.

El objetivo del estudio, ha explicado el doctor Rafael Blesa, es encontrar los biomarcadores que indiquen el deterioro cognitivo que pueden padecer las personas con síndrome de Down y avanzar en el conocimiento de la manera en que enferma el cerebro.

También se aspira a hacer el diagnóstico antes de la aparición de la demencia y a poder desarrollar tratamientos preventivos para las personas con riesgo de padecer alzhéimer, especialmente para las que son portadoras de una predisposición genética, como el síndrome de Down.

El millar de personas que participarán en la investigación recibirán un seguimiento anual, que incluirá una serie de pruebas, como una evaluación clínica, neurológica y neuropsicológica, además de un electroencefalograma (EEG) y una analítica sanguínea. En un subgrupo, además, se realizarán unas pruebas específicas consensuadas internacionalmente para evaluar la evolución de la enfermedad de Alzheimer, entre ellas, una punción lumbar, una polisomnografía, una resonancia magnética cerebral y una tomografía por emisión de positrones (PET).

Con estas pruebas se espera detectar las proteínas B-amiloide y Tau, que son las que se agravan de forma anómala en el cerebro de las personas afectadas de alzhéimer. La investigación se desarrollará en la Unidad de Memoria del Servicio de Neurología del Hospital de Sant Pau, que ya ha conseguido con anterioridad cinco becas para el estudio de la historia natural de la enfermedad del Alzheimer en el síndrome de Down.