El ensayo ‘Brilliance’, que en este momento está entre las fases 1 y 2 de prueba, ha sacado unas conclusiones, recogidas por The New England Journal of Medicine este lunes, que ponen de manifiesto que el tratamiento es “seguro y condujo a mejoras de visión demostradas en los pacientes tratados”, subrayan los autores.

El ensayo clínico se llevó a cabo entre comienzos de 2020 y febrero de 2023 y ha sido financiado por Editas Medicine, una empresa de biotecnología que desarrolla terapias para enfermedades raras basadas en la tecnología de edición de genes CRISPR.

Los participantes

Los 14 participantes en el ensayo nacieron con esta enfermedad rara para la que no existe tratamiento. Unos 2 o 3 recién nacidos de cada 100.000 sufren esta mutación. La enfermedad es causada por la mutación del gen CEP290, que es el encargado de proporcionar instrucciones para crear una proteína fundamental para la vista.

De los 14 participantes 12 eran adultos con edades de entre 17 y 63 años y el ensayo también contó con dos niños de 10 y 14 años.

Eric Pierce, investigador de la universidad de Harvard y director del Instituto de Terapia Génica y Celular del hospital Mass General Brigham de Boston, explica esta enfermedad como “ si una avería pequeña provocará el fallo de un motor”.

El tratamiento

Como la enfermedad afecta al gen CEP290, el tratamiento experimental se diseñó específicamente para editar esa mutación. El medicamento fue suministrado mediante una única inyección en el ojo de edición del genoma (EDIT-101) mediante un procedimiento quirúrgico especializado. Una vez administrado el medicamento, los investigadores midieron su efectividad en base a cuatro parámetros:agudeza visual,prueba de campo completo adaptada a la oscuridad, visión a distancia corregida y calidad de vida relacionada con la vista.

Un 79% de los participantes (11 de ellos), mejoraron en al menos uno de estos parámetros estudiados; mientras que 6 pacientes, un 43%, lo hicieron en dos o más. Seis participantes reportaron una mejora de la calidad de vida relacionada con la visión; cuatro, un 29%, presentaron una mejoría clínicamente significativa de la agudeza visual, que se manifiesta por ejemplo en la capacidad de identificar objetos o letras en una tabla.

Ninguno de los pacientes experimentó ningún efecto adverso grave relacionado con el tratamiento, ni toxicidades limitantes de la dosis, y, según informan los investigadores, todos los efectos secundarios leves que reportaron han sido ya resueltos.

Ojos
Ojos | Pixabay

“Escuchar a varios participantes lo emocionados que estaban porque por fin podían ver la comida en sus platos fue muy gratificante, porque se trataba de personas que antes de recibir el tratamiento eran incapaces, por ejemplo, de leer", señala Pierce.

"Uno de los participantes en nuestro ensayo ha compartido varios ejemplos de cómo ha mejorado su calidad de vida gracias a recuperar visión, como haber podido encontrar su móvil tras haberlo extraviado o saber que su cafetera funciona al ver sus pequeñas luces", apunta Mark Pennesi, otro de los autores y oftalmólogo y científico de la universidad estatal de Oregón.

Se trata de la primera vez que la tecnología CRISPR se usa para la edición de genes en vivo, es decir dentro del cuerpo humano. Esta herramienta de edición genética, considerada el mayor avance científico del año 2015, viene a guiar a una proteína (Cas9) para modificar el material genético (cortar, pegar, etc) en cualquier célula.

"Este trabajo demuestra que la edición genética CRISPR tiene un potencial muy prometedor para tratar la degeneración hereditaria de la retina", señala Pennesi.