Este marcador, además, no es específico del cáncer de próstata ya que no siempre que los niveles de PSA se encuentran elevados conllevan la existencia de malignidad.

El doctor Eduardo García Cruz, urólogo y respondable de la Unidad de Urología y Men´s Health de Barnaclic+, en general, para loa población masculina en general, la prueba de PSA se lleva a cabo cuando existen síntomas urinarios, problema para orinar, o como parte de los programas de detección precoz del cáncer de próstata por los que deben pasar los hombres a partir de los 50 años de edad.

"La polémica está en desde qué edad y hasta qué edad realizar la prueba de PSA. Los estudios apuntan que lo razonable es que esta línea de corte sean los 50 años y según los niveles de PSA ver con qué periodicidad se vuelve a realizar", apunta García Cruz.

Los niveles elevados de PSA pueden indicar hiperplasia de próstata o cáncer de próstata, pero será su valoración junto con el resto de factores de riesgo individuales los que hagan al facultativo requerir más pruebas. 

El urólogo señala que, además, pueden exisitir casos de hombres que a pesar de tener niveles altos, no presentan cáncer ni hiperplasia de próstata y que sin embargo otros con niveles bajos sí pueden presentar estas patologías.

Los resultados informan en nanogramos de PSA, por cada mililitro de sangre (ng/ml), pero hay que tener en cuenta que el valor del PSA se modifica con el tiempo. 

Aproximadamente su valor normal hasta los 50 años es de alrededor de 2,5 ng/ml y después entre los 50 y los 70 años de hasta 4 ng/ml, para cuando se superan los 70 años alcanzar hasta 10 ng/ml.

Después de una cirugía de próstata el PSA debería ser cero o estar en niveles muy bajos. Cuando se ha pasado por radioterapia, crioterapia o braquiterapia, el nivel normal es hasta dos puntos más del valor de PSA más bajo alcanzado tras el tratamiento.

Tras los resultados de PSA, si éstos, más los factores asociados sugieren la necesidad de comprobar que no existe cáncer de próstata se suele pasar por una biopsia de próstata aunque en la actualidad la resonancia magnética está mostrando gran eficacia y se consolida como una prueba de imagen que, según considera García Cruz, puede convertirse en la primera opción en un futuro próximo.

Cuando se va a realizar una biopsia, el urólogo toma muestras de aquellas localizaciones donde los estudios han descubierto que se asienta el cáncer, pero no existe un aspecto anormal que indique en qué área de la próstata hay que tomar la muestra en cada paciente en concreto.    

Después de una biopsia negativa, el paciente continúa en seguimiento y si persisten los valores de PSA elevados, se puede realizar una resonancia magnética posterior, aunque se han de esperar unos meses hasta realizar una nueva valoración del PSA.