Menos de un año después de que un equipo de científicos chinos provocaran un escándalo internacional tras reconocer que habían modificado genéticamente embriones humanos, el científico del centro londinense Kathy Niakan solicitó autorización para llevar a cabo experimentos similares.

El experto ha explicado que su estudio tiene una finalidad  investigadora y que pretende analizar la evolución de un óvulo durante la primera semana tras su fecundación, para ver como pasa de constituir una única célula a 250.

En este estudio se utilizará  la tecnología CRISPR-Cas9, que permite modificar o sustituir defectos genéticos y ya ha causado un intenso debate internacional ante el temor de que pudiera usarse para crear bebés a la carta.

De hecho, el director del UK Human Genetics Alert, David King, considera que esta decisión de la HFEA es "el primer paso" para permitir por ley la creación de "bebés modificados genéticamente".  

A pesar de que Niakan ha reiterado que no tiene intención de alterar genéticamente los embriones para su uso en la reproducción humana asistida sino profundizar en la comprensión científica de cómo se desarrolla un embrión humano sano, con el objetivo a largo plazo de mejorar los tratamientos de fertilidad.