Una investigación desarrollada por investigadores del Centro de Investigación de Medicina Cardiovascular Aplicada y Preventiva en Finlandia apunta a que el tabaquismo indirecto durante la infancia da lugar a problemas de memoria y a una deficiente capacidad de aprendizaje durante la edad adulta.

De esta forma, se confirmarían los perjuicios del humo provocado por el tabaco, no solo en lo que respecta a la aparición de enfermedades respiratorias o cardíacas. Por otra parte, aunque esta investigación solo hace referencia al impacto del tabaco pasivo a largo plazo, sus autores destacan también que esta actividad puede derivar en problemas cognitivos para los menores también a corto plazo.

Para la investigación, se han analizado distintos factores de más de 2000 personas con edades comprendidas entre los 34 y los 49 años. De esta forma, se ha podido comprobar que, con independencia de si se trataba de personas fumadoras o no fumadoras, su capacidad cognitiva era mucho peor si habían estado expuestas al tabaquismo en la infancia o en la adolescencia.

Así, la equivalencia entre quienes habían sufrido este tipo de tabaquismo pasivo, y aquellos cuyos progenitores no fumaban delante de ellos, era de unos cinco años de envejecimiento acelerado. Estos resultados, apuntan los investigadores, destacan la importancia de establecer medidas de protección contra el tabaco y los efectos derivados de su exposición durante la infancia.