El estudio, publicado en la revista 'PLOS Biology', constituye la base para el futuro desarrollo de cuadros de mando digitales institucionales que mostrarán el cumplimiento de las prácticas de ciencia abierta.

En los últimos años se ha incrementado en el mundo el número de mandatos y directrices relacionados con la ciencia abierta. Las prácticas de ciencia abierta, como la publicación en acceso abierto, los preprints, la puesta en común de datos y el registro de ensayos clínicos, contribuyen a garantizar que la investigación sea lo más transparente, accesible y utilizable posible.

La pandemia de la Covid-19 puso de manifiesto que la naturaleza tradicionalmente cerrada de la investigación biomédica no sirve a la comunidad mundial. Por ello, para pasar a un ecosistema de investigación abierto recuerdan que los investigadores necesitan formación y apoyo.

A pesar de la cantidad de convocatorias y políticas que buscan abrir la investigación, actualmente no existe ningún sistema para supervisar el estado de la práctica en las instituciones académicas.

La supervisión es fundamental para seguir los avances a los largo del tiempo, pero también lo es para identificar las áreas en las que se necesita intervenir para cambiar las prácticas. Por ello, ahora se formulan 19 prácticas de ciencia abierta, que estiman que podrían ayudar a estandarizar el seguimiento mundial.