La  Esclerosis Múltiple es una enfermedad crónica del sistema nervioso central que afecta a cerca de 47.000 personas en España, unas 600.000 en Europa y 2.500.000 en todo el mundo. En España cada cinco horas se diagnostica un nuevo caso.

A diferencia de lo que muchas personas consideran, la Esclerosis múltiple no es una enfermedad de personas mayores, sino que el diagnóstico se suele dar entre los 20 y 50 años.

Los genes en este tipo de enfermedad juegan un papel importante ya que si un familiar padece o ha padecido esta enfermedad, la probabilidad es 10 veces mayor. También, los factores ambientales y los agentes infecciosos pueden desempeñar un papel importante.

Desgraciadamente la Esclerósis Múltiple es una enfermedad para toda la vida, es decir no tiene cura, pero su tratamiento precoz es fundamental ya que eso pidría cambiar su pronóstico. 

De hecho, el coordinador de la Unidad de Esclerosis Múltiple (EM) del Hospital de la Candelaria (Tenerife), Miguel Ángel Hernández, explica que su antes se tardaba entre cuatro y cinco años en diagnosticar la enfermedad, en la actualidad se puede determinar casi desde el primer síntoma, que van desde trastornos sensitivos (hormigueos, acorchamientos), pérdida de agudeza visual, debilidad motora, inestabilidad o vértigo a incluso trastornos urinarios.

Este especialista también explica que los tratamientos también han avanzado, considerablemente y se ha pasado en los últimos 20 años de casi no haber medicamentos o muy pocos a disponer de unos catorce fármacos que permiten la prevención de la evolución natural de la enfermedad. 

El origen de la enfermedad, causada por la pérdida de mielina, que es la capa protectora que envuelve las fibras nerviosas, es multifactorial.