Muchos son los que disfrutan de las famosas ferias del libro de Barcelona o Madrid. Siempre que hay un evento literario importante, se le busca un emplazamiento en una de las grandes ciudades españolas. Sin embargo, en ocasiones olvidamos que no solo los habitantes de la ciudad aman la lectura. Hay muchas personas del medio rural a las que les resulta difícil tener acceso a este tipo de actos y que, aun así, se trasladan, buscan lugares donde poder adquirir libros y formarse en el ámbito literario. Por este motivo, llega a España la primera Feria del Libro Rural gracias a la iniciativa 'Mi Pueblo Lee'.
La iniciativa comenzó hace unos cuatro años, cuando la escritora Maribel Medina fue invitada a dar una charla sobre su último libro en un pequeño pueblo de la provincia de Toledo, La Puebla de Almoradiel. Lo que más sorprendió a la autora fue el interés que mostraban tanto jóvenes como adultos en lo que ella decía y en sus obras. Fue la vez que más libros firmó en toda su carrera. “Me pregunté: ¿qué pasa en este pueblo? Luego me contaron. Es un pueblo de menos de 5.000 habitantes con un 33% de paro y sin acceso a este tipo de eventos” explica Medina. Es decir, era un pueblo ansioso por disfrutar de algo que normalmente le era inalcanzable.
“Decidí juntar a la concejala de cultura del pueblo, al alcalde, a la bibliotecaria… Porque me dijeron que la mayoría de los pueblos tienen el mismo problema. Si quieren ver a un escritor, escucharle, tienen que coger un autobús o su medio de transporte propio e ir a la ciudad”, explica Medina. “Esta iniciativa nació de la ira, de la rabia”, recalca la escritora.
Así, desde hace cuatro años, autores como Cristina Fallarás, Javier Sierra, Rosa Montero, Gómez Jurado, Fernando Savater o Almudena Grandes dejan la ciudad y van a hablar con pequeños y mayores del mundo rural sobre literatura y lo que se puede conseguir a través de ella y también, por qué no, a disfrutar de lo que es vivir en un pueblo, con su gente, su comida casera y su aire puro.
‘Mi Pueblo Lee’
“Pasaron los años. Esto fue a más y se corrió a la voz. De hecho, en algunos medios se decía que Almoradiel leía más que Madrid. Es la verdad, a pesar de ser un pueblo muy pequeño. ¿Por qué no crear, entonces, una entidad sin ánimo de lucro, que se llame ‘Mi Pueblo Lee’, y expandimos esta idea a toda España? Y así nació la asociación”, explica Medina.
Esta red permite que cualquier pueblo, ya sea de 50 habitantes o de 5.000, pueda solicitar formar parte de una red de festivales literarios rurales. Actualmente ya hay 18 ayuntamientos que han querido formar parte de esta iniciativa. Así, la feria arranca el sábado 3 de septiembre en el pueblo de Olite y continuará por Ablitas, Libros, Lizoain, Mendióroz, Zalba, Urroz-Villa, Urricelqui, Leyún, Oscáriz, Janariz, Redín, Uroz, Beortegui, Zunzarren, Lérruz y Yelz.
Habrá actividades de todo tipo aprovechando todas las instalaciones que los pueblos tienen a su disposición. “Los escritores que vienen invitados, ya son más de 70, por la mañana van al instituto o a la escuela. No hay clases, y los autores hablan de todo. Hablan de sus experiencias, de sus libros, de su adolescencia, de cómo estudiaban…”, explicaba Maribel Medina haciendo hincapié en lo importante que es acercar la cultura a los más jóvenes que viven en zonas rurales y que ven, cada día, cómo su pueblo se vacía. “Además de las charlas hacemos talleres literarios y de poesía, que han dado pie a que varios jóvenes publiquen. Esto es sembrar para luego recoger”, cuenta la escritora.
“También se organizan rutas turísticas literarias, ya que muchos de los que participan en este festival tienen un gran patrimonio y una gran riqueza. Es importante expandir también el turismo rural, para que todo esto también repercuta en el entorno rural, en los pueblos”, explica Medina. “Por otro lado organizamos bibliotecas intergeneracionales en las que se busca que no se pierdan las palabras, los dichos y las historias de nuestros mayores y dejarlas registradas. Hacemos muchas cosas”, aclara.
Como la famosa novela de Cervantes, esta aventura también comenzó en un lugar de la Mancha. Esta vez un pequeño pueblo de Toledo, pero se ha expandido por todo el país, como una fiebre literaria dispuesta a luchar contra la España vaciada. Una festival literario que apuesta por la cultura como método para volver a llenar de vida los pueblos.