La transición hacia una economía ecológica y la erradicación de la pobreza son los dos objetivos principales que se marca el bloque europeo, según una comunicación divulgada por la CE.

Entre las propuestas de Bruselas para cumplir esas dos metas figuran la inversión en recursos como agua, energías renovables, recursos marinos, biodiversidad y servicios ecosistémicos, agricultura sostenible, bosques, residuos y reciclado. 

La CE también propone introducir impuestos ecológicos y eliminar subvenciones perjudiciales para el medio ambiente, así como movilizar recursos financieros públicos y privados, invertir en cualificación y empleo "verde". 

Crear indicadores que reflejen el progreso ambiental y social y puedan vincularse al Producto Interior Bruto (PIB) es otra de las ideas del Ejecutivo de la Unión Europea (UE). Bruselas sugiere, por otro lado, mejorar la gobernanza, estimular la participación del sector privadoy lograr también un compromiso de las empresas y la sociedad civil. 

"La gestión sostenible de los recursos y el capital natural es esencial para los países en todas las fases de desarrollo y puede representar una oportunidad especial para los países en vías de desarrollo, ya que los recursos y el capital natural se relacionan de forma esencial con los esfuerzos por erradicar la pobreza", señaló en un comunicado el comisario europeo de Medio Ambiente, Janez Potocnik. 

En su opinión, 'Río+20' puede representar el inicio de una transición mundial hacia una economía ecológica en todo el planeta". 

La propuesta de  la CE aún debe ser consensuada con los países de la UE y el Parlamento Europeo para poder fijar una posición consolidada ante Naciones Unidas a más tardar el 1 de noviembre. 

La reunión de Río se celebrará dos décadas después de la llamada "Cumbre de la Tierra" de 1992, en un momento en el que, aunque se han logrado progresos destacables, alrededor de 1.400 millones de personas viven en condiciones de pobreza extrema en el planeta y una sexta parte de la población mundial está desnutrida.