La principal conclusión a la que llega Greenpeace tras el estudio 'Destrucción a toda costa' es que los puertos han tomado el relevo al ladrillo y actualmente son la principal amenaza del litoral español. Como cada año, desde hace 11, la ONG publica un estudio sobre la situación del litoral español. 

Este año, la organización ecologista se ha centrado en los Puertos del Estado, que ocupan más de 200 kilómetros de litoral. A pesar de ello, 20 de las 28 Autoridades Portuarias llevan a cabo o proyectan obras de ampliación, con un alto coste económico y medioambiental. 

En el informe se constata cómo el fin de la burbuja inmobiliaria no ha supuesto el final del crecimiento desproporcionado de las infraestructuras portuarias –muchas de las cuales surgieron a la sombra del desarrollo urbanístico–. Por el contrario, se está formando una "burbuja infraestructural", con un exceso de proyectos portuarios sin justificación económica pero con un alto coste medioambiental, y que, en ocasiones, están asociados a la especulación del suelo  u operaciones de dudosa legalidad.