En la actualidad, existen unas 800 millones de bicicletas en el mundo y son utilizadas como medio de transporte principal o como vehículo de ocio. De cara al cuidado de las personas representa un completo ejercicio físico mientras que para el medio ambiente, su uso significa una disminución de las emisiones de CO2 a la atmósfera y una contribución para frenar el cambio climático.

Las ciudades se han convertido en espacios de y para los automóviles. Gran parte de la inversión de los gobiernos va dirigida al mantenimiento de la infraestructura vial que el automóvil necesita y cada vez hay menos espacio para las personas.

Un estudio Danés, realizado sobre 30.000 personas durante 14 años, arrojó como resultado que la bicicleta: Disminuye el riesgo de muerte un 40%, el absentismo laboral un 15%. Asimismo, demuestra que muchas empresas deberían invertir en fomentar el uso de la bicicleta entre sus empleados. Ya sea con duchas y vestuarios, aparcamientos o incluso proveer de bicicletas a sus trabajadores.

Madrid, Alicante, Murcia, Barcelona, Córdoba, Sevilla, Logroño, San Sebastián, Burgos y Santiago de Compostela son algunas de las ciudades que promueven el uso de bicicletas dentro de la Red de Ciudades por la Bicicleta.

En el resto del país también habrá circuitos en la calle, desfiles de bicicletas, conciertos verdes, competencias de ensayos, carteles en las escuelas y plantaciones de árboles.