La eco-innovación se centra en la creación de productos que reduzcan el deterioro del entorno natural para seguir generando riqueza y cuidar el medio ambiente. Sustituir los vehículos tradicionales por los eléctricos supone un avance medioambiental y económico que favorece la eco-innovación. El reto es que los vehículos eléctricos alcancen las mismas prestaciones que los coches convencionales.

En este sentido, Europa ha puesto en marcha un plan de acción para la innovación ecológica con el objetivo de solucionar los problemas medioambientales y, de este modo, conseguir nuevos modelos de negocio. Para ello, a partir del 2014, la comisión europea tiene como prioridad incrementar las ayudas y el apoyo a la eco-innovación.