La vivienda más sostenible del mundo tiene nombre: la casa MM, un hogar unifamiliar que además se encuentra en España, más en concreto, en Palma de Mallorca.

Esta casa busca la máxima eficiencia energética debido a su disposición en cuatro cajas: cocina, zona de estar y comedor, habitación principal y habitaciones para invitados. Estas están situadas de tal forma que el sol de invierno calienta la zona principal mientras que en verano, la disposición del ventanal la protege del sol.

Además, aprovecha el emplazamiento sobre una pendiente y el clima de la ciudad para reducir el consumo de los sistemas de energía pasivos. Para ello, se ha realizado un riguroso estudio infográfico con el que garantizan un óptimo aporte calórico, que se maximiza en invierno y se minimiza en verano.

Como resultado, se ha obtenido un sistema de renovación de aire mediante la recuperación del calor integrado en los falsos techos de la casa, que permiten ventilar la vivienda sin perder el calor. Con esto, la demanda de calefacción es tan solo de 13 kWh/m2.

En cuanto al gasto de agua, las cubiertas inclinadas recogen el agua de la lluvia y la almacenan en dos aljibes para después utilizarlas para el riego o consumo. Con esto pretendieron desconectarse de la red urbana de abastecimiento de agua con la esperanza de ser autosuficiente, hecho que ya han conseguido.

Para calentar el agua, la energía se obtiene casi en su totalidad de la instalación solar térmica y la iluminación se lleva a cabo con sistemas LED de bajo consumo.

Esta casa ha sido construida por el estudio de arquitectura madrileño Ohlab, dirigido por Paloma Hernaiz y Jaime Oliver, y la han hecho posible a un bajo coste de construcción.

Por tanto, es una vivienda que promueve valores medioambientales y de sostenibilidad, a un coste energético bajo y que proporciona confort sin que ello implique un esfuerzo económico adicional. Todo esto le ha hecho ganar el premio World Architecture Festival (WAF), unos de los premios más importantes de arquitectura en el mundo.

En solo un año han conseguido un consumo de calefacción y un gasto de agua cero, con un 100% de lluvia recogida y almacenada para su consumo.