Tal como nosotros, los animales necesitan descansar. Pero no todos descansan o duermen de la misma manera como lo hacen los humanos: por la noche, acostados y con los ojos cerrados.

En el diverso y curisos reino animal existen muchos animales, demasiado perezosos, hay algunos que incluso duermen más de 8 horas al día, como es el caso de los babuinos (10.3 horas) y los tigres (15.8 horas al día), entre otros muchos. Los perros y los gatos no se quedan atrás y, como dato curioso, estos animales duermen de media unas 10 horas los perros y unas 12.5 horas los gatos.

La forma de dormir de las nutrias de mar es, quizás, una de las más bonitas del reino animal. Cuando se van a dormir, los ejemplares de esta especie suelen darse la mano para que mientras duerman no se separen de su compañero y así no amanecer solos.

Los koalas
son unos de los animales más perezosos. Son capaces de dormir hasta 14 horas al día y parece que el sueño les dura todo el día, pues son característicos por realizar movimiento bastante lentos.

Los chimpances son los animales más parecidos a los seres humanos. Esta especie suele dormir de media entre seis y ocho horas al día. Los gorilas, por su parte, antes de irse a dormir preparan el lugar donde van a pasar la noche junto a sus crías.

Los cazadores, por su lado, necesitan recuperar energía después de haber atrapado a su presa. Es el caso de los leones, que pueden dormir ocho horas al día y, sobre todo, después de comer.

El sueño de los calamares y pulpos intriga bastante a los científicos, ya que mientras duermen, estos animales realizan movimientos oculares bastante rápidos y acompañados de convulsiones, por lo que se cree que podrían tener sueños.

Las jirafas no alcanzan un sueño profundo mientras duermen. Debido a su gran tamaño y lentitud, las jirafas suelen dormir tres horas, despertándose varias veces a lo largo de la noche por una cuestión de supervivencia.

Las vacas son unos de los pocos animales capaces de dormir de pie, aunque también pueden hacerlo recostadas. Además, la postura que adoptan a la hora de dormir depende del rango que ocupan dentro de su familia.

Otros, en cambio, parecen que no duermen, porque están siempre alerta, pendientes antre cualquier peligro o por si tienen que huir ante cualquier depredador. En este gupo se engloba a las jirafas que duermen unas 4 horas, los caballos que suman unas 3 horas y los elefantes unas 3 horas y media.

Otros hechos curiosos, por ejemplo, son que las morsas cuando duermen en el agua, para mantenerse a flote, necesitan de la ayuda de las bolsas de aire situadas junto al esófago para mantenerse a flote.

La lechuza y el búho duermen todo el día, y por la noche emprenden el vuelo para cazar. Al contrario de las costumbres de las aves migratorias, que prefieren dormir de noche aunque sin llegar a alcanzar un sueño profundo. Realizan lo que se llama un 'sueño vigilante' que intercala periodos de descanso con breves vistazos que las mantienen en alerta.

Todos sabemos que los murciélagos duermen boca abajo y para que puedan dormir en esta posición, se ayudan de los tendones de las piernas y los de los pies pra mantenerse agarrados mientras durmen y no caerse.

Los hipopótamos cuando están dormidos necesitan subir a la superficie para coger aire para después volver a sumergirse hasta el fondo.

Los cachorros suelen tener espamos mientras duermen para aprender a utilizar sus músculos.

Por otro lado, los leones marinos son capaces de dormir en una gran variedad de posiciones.