Esta práctica de horticultura empezó en China, donde antiguamente se conocía como 'penzai'. Más tarde, terminó desarrollándose bajo la influencia del budismo japonés y se pasaron a denominar 'bonsáis'.

Estos árboles se mantienen pequeños gracias a las técnicas de restricción de crecimiento, que consisten en cortar brotes y guiar y podar las ramas, minimizando el uso de fertilizantes. Este es un proceso delicado y requiere mucho tiempo, pero ayuda a la relajación y por supuesto, a purificar el aire del hogar.