La investigación se ha llevado a cabo en la Selva Atlántica de Brasil, lugar en el que se encuentra un grupo muy exclusivo de ranas que han intrigado a los biólogos durante más de un siglo. 

Esta especie de anfibios diminutos es uno de los vertebrados terrestres más pequeños, tanto es así que las ranas adultas no miden más de 1 centímetro de longuitud. Muchas de ellas son de colores brillantes para advertir a sus depredadores de su venenosidad, porque su piel contiene un tóxico llamado tetrodotoxina. 

Este género fue descrito por primera vez en 1842 por el famoso naturalista alemán Johann Baptist von Spix, pero la mayoría ha sido descubierta en los últimos diez años.