El regalo procede de Camerún, donde existe una selva recóndita descubierta en 2002, el bosque de Ebo, un hogar de diferentes animales amenazados entre los que destaca un grupo de gorilas en peligro de extinción, y que estaba a punto de desparecer para crear una concesión maderera, un proyecto que ha sido detenido por el presidente del país al considerar que este suponía un grave ataque a ese frágil espacio natural.

Fue durante la pandemia cuando se aprobó el decreto para destinar parte de este territorio a la explotación maderera y, después, convertirlo en un campo de cultivo de palma aceitera.

Por ello, rápidamente se creó el Ebo Forest Research Project con el objetivo de lanzar un llamamiento de ayuda para este espacio a sus socios, seguidores y simpatizantes, entre los que se encuentra la Fundación Bioparc.

El grupo de gorilas de esta fundación es una familia formada por el espalda plateada Mambie, las hembras Ali, Fossey, Nalani, y los cuatro gorilas nacidos en Valencia, Ebo de siete años, Virunga de cuatro, Pepe de dos y el aún bebé Félix de un año.

En este sentido, la entidad considera este logro como un ejemplo que demuestra que la unión hace la fuerza, y una motivación para seguir luchando a favor de la conservación de la biodiversidad y de que todos los seres vivos puedan vivir en paz.