El informe de la Unesco sobre la gestión de esa región del noreste australiano, formada por alrededor de 3.000 pequeños arrecifes y más de 900 atolones a lo largo de 2.600 kilómetros en el Océano Pacífico, era esperado por las autoridades de Australia.

El estudio conmina al Gobierno a detener los nuevos proyectos para poder aplicar soluciones estratégicas que protejan ese bien, Patrimonio de la Humanidad desde 1981.

El ministro de Medio Ambiente de Australia, Tony Burke, indicó hoy que hablará con el gobierno del estado de Queensland sobre el impacto de la ampliación del puerto de Gladstone, al tiempo que hizo hincapié en la necesidad de mantener el balance entre la protección medioambiental y el turismo.

"Hay un camino para el desarrollo sostenible. Ese informe está diciendo que miremos el área en conjunto y de manera estratégica, y estamos de acuerdo en que existe el camino correcto", señaló Burke, según la emisora ABC.

El turismo incontrolado y el aumento de la actividad minera se han convertido en una amenaza a la Gran Barrera de Coral, en concreto, la ampliación del puerto de Gladstone y la explotación de gas natural licuado en la Isla Curtis son los dos proyectos más polémicos.

La senadora Larissa Waters, del Partido Verde, aliado en la coalición de gobierno, comentó que el informe de la Unesco es una "bofetada" a las autoridades locales y nacionales por algo que llevan denunciado desde hace tiempo.

"Ha llegado el momento de que empecemos a tratarlo como un patrimonio de la humanidad o lo vamos a perder", añadió Waters, según ABC.