Este santuario de perros ancianos se encuentra ubicado en una finca en Ocaña, Toledo. Se trata de un espacio para animales abandonados que, por su edad, nadie quiere acoger.

El centro, que en la actualidad cuenta con 54 perros, comenzó su andadura en 2018, como una forma de evitar que estos animales abandonados fueran sacrificados en perreras o terminasen sus días en las jaulas de los refugios. Puesto que cada año se recogen más de 135.000 perros sin hogar.

Las huellas de Thor’, sin embargo, se enfrenta a un gran reto, debido a que, al finalizar el contrato actual de alquiler de la finca, el próximo mes de octubre, los responsables de la organización podrían ser desahuciados.

Para evitar este resultado, como comunican los creadores de este santuario para perros ancianos, sería necesario comprar la propia finca. ‘’Para nosotros esta finca es un lugar de descanso y superación diaria, al mismo tiempo, un lugar donde recuperar la dignidad y el tiempo perdido. Hemos visto como perros que prácticamente no levantaban la cabeza del suelo ahora corren, escarban, ladran y juegan. Hemos sacado perros destrozados de la perrera a punto de ser sacrificados y ahora son libres y felices” cuenta Alfonso Olmedilla.