La Secretaría de Medio Ambiente (Semarnat) indicó en un comunicado que la meta se alcanzó después de que el sector farmacéutico mexicano suprimiera el uso de estas sustancias. "Esta acción permite que el país deje de emitir 800.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), ya que un kilogramo de CFC equivale a 10.500 kilogramos de CO2", lo que es igual a dejar fuera de circulación 220.000 vehículos en un año, sostuvo la dependencia.
El ministro mexicano de Medio Ambiente, Juan Rafael Elvira Quesada, indicó en la nota que esta acción "coloca a México como una nación ejemplar en lograr esta meta global en materia de gases agotadores de la capa de ozono".
El único sector que hasta el año pasado utilizaba CFC en México era el farmacéutico para la fabricación de inhaladores de dosis media empleados en la atención de 16,5 millones de pacientes con asma y otras enfermedades pulmonares.
Con el apoyo del Gobierno, ese sector emprendió una sustitución paulatina de tecnología con lo que se dejaron de consumir unas 90 toneladas de CFC, señaló el organismo.
La transferencia tecnológica se financió con una inversión de 2,5 millones de dólares del Fondo Multilateral del Protocolo de Montreal, aprobado en 1987 y que regula el empleo de las sustancias que agotan la capa de ozono.
A juicio de la Semarnat, el proyecto fue terminado en tiempo récord, debido a que "la adopción de alternativas en otros países ha sido de cinco años o más", mientras que en México la iniciativa inició en 2008 y ya concluyó. México ya cuenta con el registro de medicamentos libres de CFC para tratar el asma como el salbutamol y está a la espera del registro de otros como la beclometasona.
Las autoridades tienen previsto destruir unas 30 toneladas de remanentes de CFC en los inventarios del sector farmacéutico, que equivalen a 253.410 toneladas de CO2. En este esfuerzo la Semarnat contó con el apoyo de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI).