El estado de Nueva York busca situarse a la cabeza en la transición ecológica que busca acabar con la crisis climática actual, a través de la aprobación de una nueva legislación que para 2050, prevé una reducción de un 85% de las actuales emisiones de gases de efecto invernadero del territorio.

Esta nueva normativa, surge como contraparte a las leyes de la Administración Trump, que supusieron la clausura de gran parte de las medidas medioambientales aprobadas durante el gobierno de Obama. A esta medida de reducir las emisiones contaminantes de los neoyorquinos se le suman otras medidas que pasan por eliminar de forma definitiva todas las emisiones de carbono del sector eléctrico para 2040. Una normativa a la que el Senado ya ha dado su visto bueno.

Con estos nuevos objetivos, Nueva York busca eliminar los gases efecto invernadero, fomentar la producción de energía renovable, crear empleos verdes e invertir en comunidades de bajos recursos. Un proyecto del que sus responsables han asegurado que “protegerá nuestro planeta”.

Además de esta iniciativa para reducir las emisiones a la atmósfera durante los próximos años, desde este estado exigen también la eliminación absoluta de las emisiones netas de gases contaminantes en todos los sectores de la economía. Algo que podría apoyarse a través de un nuevo planteamiento de medidas ambientales que supongan nuevas trabas para la contaminación en Nueva York.