La realidad puede ser mucho más cruel que la fantasía. Esta reflexión es la que Jeff Hong ha querido plasmar en sus dibujos. 'Unhappily Ever After', (Infelices para siempre), es el título de las imágenes de este dibujante con las que pretende concienciar a las personas acerca del contraste existente entre el mundo de felicidad y fantasía de Disney y el mundo real.

En sus imágenes Jeff Hong plasma a los personajes de Disney con fondos de imágenes del mundo actual, dentro de un entorno muy parecido en el que estarían si fueran personajes reales.
Estas fotografías se han convertido en todo un fenómeno viral y son muchas las personas que sienten admiración por estas imágenes de fantasía que son un reflejo de la realidad en la que vivimos.

En 'Hazte Eco' hemos querido hacer una selección de las fotos relacionadas, con el medio ambiente, cambio climático o maltrato animal para que como el propio Jeff Hong ha afirmado, en varias entrevistas, sirvan para tomar conciencia de las terribles consecuencias ya se están notando en nuestro planeta. 

El autor explica que  es el momento de actuar y de comenzar a revertir los efectos del cambio climático, de terminar con las atrocidades que se cometen con los animales, de detener la destrucción sistemática de selvas o de combatir con efectividad los increíbles niveles de contaminación medioambiental que padece nuestro planeta. 

Así, podemos ver a Ariel, de la Sirenita, en la orilla de una playa cubierta de petróleo vertido por algún barco en el mar, a Elsa, de Frozen, lamentándose por el deshielo del Ártico a causa del cambio climático, a Dumbo maltratado en un circo, a los perritos de 101 Dálmatas obligados a tener cachorros para ser vendidos, fomentando así, el comercio de mascotas, a Bambi decapitado y expuesto como un trofeo en una casa o a Mulán con una mascarilla como consecuencia de la alta contaminación de China.

Una original forma más de concienciar y de una vez cada persona decida qué parte de culpa tiene en esta triste realidad en la que vivimos, que entre todos hagamos algo para remediarlo y que por fin, como en las películas de Disney, puedan existir los finales felices.