El Parque Nacional de Cabrera en las islas Baleares, se enfrenta a un problema de contaminación en sus aguas, debido a la alta densidad de residuos plásticos que han llegado a sus aguas, arrastrados por las corrientes marinas, según ha denunciado el grupo ecologista Grup Balear d'Ornitologia i Defensa de la Naturalesa (GOB). Este problema, en algunos casos, "ya se está manifestando de forma muy evidente", señala la organización.

Los plásticos afectan a toda la fauna marina, desde las especies más grandes como las ballenas hasta los invertebrados como los mejillones. Algunas especies tienen problemas digestivos por una excesiva ingesta de estos residuos, y en ocasiones llegan a morir.

Este año se calcula que, a nivel mundial, llegarán al mar nueve millones de toneladas de plásticos, una cifra que aumenta cada año y que en 2025 podría duplicarse.

La procedencia de estos residuos proviene en un 20% de embarcaciones pesqueras, recreativas, de transporte de mercancías o de personas que arrojan estos desechos, y en un 80% de la tierra, que finalmente llega al mar arrastrado por las corrientes de los ríos y los torrentes, debido a que existen múltiples vertederos situados en la playa o muy cerca de ella.

El problema de los residuos tiene solución
Por otro lado, en Málaga ya tiene una  buena solución para este problema.  Así , el Ayuntamiento de la ciudad andaluza ha iniciado una campaña de concienciaciónen para mantener sus playas limpias. Bajo el eslogan '¿¡Málaga como te quiero!?', este verano se repartirán ceniceros de bolsillo para eliminar las colillas de cigarro de las costas malagueñas.

Los concejales de las áreas de Sostenibilidad Medioambiental y Playas, Raúl Jiménez y Teresa Porras, junto con el delegado en la provincia de Málaga de la Asociación de Empresarios de la Costa del Sol, Juan José Aguilar, presentaron la iniciativa este viernes.

Las colillas son uno de los residuos que más tardan en desintegrarse, 10 años e incluso más si están en la arena, además del daño que generan sus componentes químicos en la fauna marina.

La entrega de ceniceros en una práctica habitual en las zonas costeras en época estival, y tiene como objetivo facilitar la correcta gestión de estos residuos, para mejorar el aspecto de algunas playas y cuidar el medio ambiente.

Los trabajadores de chiringuitos, hamacas o terrazas colaborarán con el Ayuntamiento con la distribución de estos ceniceros, además de colocar en estos espacios mensajes que conciencien a la población. Todos los espacios colaboradores contarán con una pegatina que les identificará como establecimientos sensabilizados con la necesidad de cambiar ciertos hábitos de conducta en la playa.