La tortuga se encontraba totalmente atrapada por el cuello, aletas y caparazón y mostraba ya signos de agotamiento por el aleteo, según ha explicado WWF.

Cada año mueren unas 300.000 animales marinos por esta causa en todo el planeta.

Uno de los animales que más sufren este tipo de accidentes son las tortugas ya que los plásticos, al igual que las redes de pesca, causan un gran impacto sobre la fauna marina.

En muchas ocasiones, las tortugas son víctimas de los plásticos porque se enredan en ellos hasta ahogarse o los confunden con medusas, su principal alimento.