Después de que se registrase un nuevo vertido de petróleo en la plataforma Casablanca, cuya mancha ha alcanzado una extensión de 19 kilómetros cuadrados, los ecologistas han denunciado que este tipo de sucesos pone "en peligro" la costa de Tarragona y el Parque Natural del Delta del Ebro.

Según Greenpeace, es "evidente la falta de seguridad y los graves riesgos" que los pozos petrolíferos implican para el medio ambiente y las actividades económicas, y por ello pide una moratoria a la explotación de pozos en aguas españolas.

El "primer paso", añade la entidad, debe ser "la declaración, por parte del Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, de una declaración de impacto ambiental negativa a los dos nuevos pozos en aguas profundas solicitados por Repsol, también en la zona situada frente a la costa de Tarragona".

Repsol anunció la semana pasada que prevé que el próximo verano entren en producción los dos nuevos pozos de petróleo situados frente a las costas del Delta del Ebro, que permitirán quintuplicar la producción de barriles que a diario procesa la plataforma Casablanca.

Por otra parte, Greenpeace ha recordado que, actualmente, Repsol se encuentra en un proceso judicial iniciado por el juzgado número 3 de Tarragona, después de que la compañía "ocultara a Capitanía Marítima" los dos vertidos generados en 2009 en la fase de exploración de los dos nuevos pozos en la plataforma Casablanca.