El declive de las abejas se debe a factores como el cambio climático, la contaminación, los pesticidas y el creciente papel de determinados parásitos que merman los cultivos. Teniendo en cuenta que en las últimas décadas se ha multiplicado el número de cultivos dependientes de la polinización por abejas, la importancia de estas desapariciones es tremenda. Sobre todo en España.

Greenpeace indica que somos los segundos productores mundiales de almendras, los cuartos de melocotones y nectarinas y los terceros de fresas, cultivos que pertenecen a los sectores más vulnerables por la falta de polinización de insectos. Según la organización ecologista, si no frenamos el problema, una manzana, el día de mañana, podría ser un artículo de lujo.