Temas ecológicos como el reciclaje los tienen más que integrados. Todos los miembros de la comunidad educativa están implicados: profesores, familias, el equipo del comedor, el conserje, la administración y el claustro.

Son centros en los que se fomenta la investigación y la innovación. Uno de los proyectos consiste en la construcción de una ciudad orgánica, abierta a que los propios alumnos hagan sus propias interpretaciones.

Entre los recursos que se utilizan para el aprendizaje, está el rebaño de cabras cedido por el Ayuntamiento. Los alumnos las miden y las pesan para conocer más sobre estos animales y su entorno.

Llama la atención que este colegio fomente el contacto con la naturaleza en alumnos que viven en un entorno rural, pero, tal y como aseguran desde el centro, hay familias que no incentivan el contacto y el aprendizaje a través del medio.