Los microplásticos son partículas muy pequeñas que se forman al descomponerse el plástico. Aunque no hay una definición oficial todavía, existe un consenso en que los microplásticos son partículas con un diámetro menor de 5 milímetros. Los nanoplásticos, por su parte, son casi imperceptibles, llegando a medir menos de una micra

Todavía no hay unos protocolos que permitan definir niveles mínimos, pero sí que se sabe de manera fehaciente que estamos expuestos a ellos y a partículas más pequeñas todavía, puesto que los microplásticos se encuentran en el aire, en el agua y en algunos alimentos.

Según el CIAL, los micro y nanoplásticos alteran la composición de nuestra microbiota intestinal. Su centro tiene un sistema que reproduce el tracto gastrointestinal humano, uno de los pocos a nivel mundial. Y eso da la oportunidad de poder conocer qué les pasa a estas partículas desde que se ingieren a través de las distintas partes del cuerpo, desde la boca hasta el intestino grueso. Es decir, se puede ir viendo cómo se van transformando a causa del cambio de PH y de los fluidos digestivos, explica Victoria.

El proyecto financiado por la Comisión Europea, investiga cuando los microplásticos llegan a contactar con la microbiota intestinal humana, cómo afectan a la microbiota y también si la microbiota, que al final son bacterias que tenemos en el intestino, puede transformar estas partículas.

Estudios humanos de microplásticos

Como si estuvieran estudiando un componente de un alimento y quisieran conocer sus efectos, el centro realiza estudios humanos exponiendo a personas a ese producto a través de dos estrategias.

Por un lado, llevan a cabo estudios epidemiológicos prospectivos, es decir, estudian distintas poblaciones de riesgo y, por otro lado, mediante encuestas valoran qué alimentos de sus dietas pueden darles una percepción lo más estimada posible de cuál es la ingesta de estas partículas. Para ello analizan las muestras biológicas de estas personas, normalmente la orina, las heces y la sangre, e intentan ver si ahí hay algún tipo de correlación, pero hay que tener en cuenta que se trata de un campo novedoso y todavía hay muy pocos métodos que permitan identificar neuroplásticos de forma exitosa.

Y es que los microplásticos que ingerimos se acumulan en el intestino grueso y hay un tiempo que permanecen ahí. Dependiendo de los estudios, algunos dicen que pueden ser horas y otros dicen que días pero, es justo ahí, donde interaccionan con la microbiota y después pueden pasar a la sangre. Cuáles son las partículas que pasan a la sangre, si son las mismas que ingerimos o si hay una degradación por parte de la microbiota, aún son preguntas sin respuestas. Ese es uno de los principales enfoques.

Como principal conclusión, explica la investigadora científica del CIAL, es que, efectivamente, "hay un efecto a nivel de la microbiota.Hay una alteración de la composición de la microbiota interna humana y esos cambios que se producen en la microbiota vienen también asociados a transformaciones que se producen en las partículas, es decir, cuando nosotros consumimos alimentos que contienen micro o nano plásticos, las formas o tamaños de esas partículas, son distintas de las que llegan a nuestro intestino", afirma Victoria Moreno.

De momento no hay que alarmarse pero sí preocuparse

A día de hoy, no hay ninguna relación causal clara que diga que un determinado tipo de plástico es un agente causal de tal enfermedad. Si que hay indicios pero este estudio solo acaba de comenzar. Los efectos en la salud de los microplásticos llevan menos de cinco años en estudio y los primeros trabajos del medio ambiente son solo de hace 10 años.

Cada vez se están mejorando mucho las herramientas y las metodologías para su estudio y esto es fundamental, pues cuanto más rigurosas sean las metodologías de estudio, más consistentes serán los resultados.

La investigadora del CIAL aclara que no tiene por qué pasar mucho tiempo para llegar a una conclusión. El CIAL ya tiene algún artículo publicado sobre el trabajo con distintos tipos de polímeros y lo que les interesa ahora estudiar son los biopolímeros biodegradables porque se ve como la alternativa futura.