Los números hablan por sí solos. El 23% pasan siete o más horas al día en las redes sociales y el 60%, al menos cuatro horas. Sin embargo, a pesar de estar gran parte de su día frente a una pantalla, los resultados sobre satisfacción o arrepentimiento se asemejan a los de productos adictivos como el tabaco.

TheNew York Times analiza en este artículo si la generación Z se arrepiente de la existencia de las redes y de qué apps en concreto, si creen que tienen efectos perjudiciales o beneficiosos o si sienten que son peligrosas. Estos son los resultados que obtuvo el periódico.

Ante la pregunta:“¿Desearías que jamás se hubiese inventado esta aplicación, producto o servicio?”, las respuestas son reveladores. Por un lado, los encuestados mostraban conformidad con Youtube, Netflix, aplicaciones de mensajería, smartphones e internet en general. Pero cuando hablamos de redes sociales en sí, el sentimiento de gratitud cambia. El 34% de los encuestados desearía que Instagram jamás se hubiese inventado, el 37% opina lo mismo sobre Facebook y el 43% sobre Snapchat. Ahora bien, la existencia de TikTok y Twitter es la que más lamenta la generación Z, con un 47% y un 50% respectivamente.

En cuanto a los efectos, el 60% afirma que las redes sociales tienen un impacto negativo en la sociedad, mientras que el 32% defiende lo contrario. Aun así, cuando se trata de su propia vida, el 52% dicen que las redes les ha beneficiado. Pero este no es el sentimiento mayoritario entre mujeres y personas de la comunidad LGTB, grupos en los que predomina el porcentaje de efecto negativo.

Ante estos resultados, no es sorprendente que el 45% de los miembros de la generación Z no recomiende tener un smartphone a menores de 14 años y el 69% opinan que las redes sociales deberían tener una opción segura para menores de 18 años.

Con el estudio, The New York Times defiende que si hablásemos de cualquier otro producto que tuviese estos efectos sobre la población, tomaríamos medidas para asegurarnos de que no se convierten en adictivos y perjudiciales para la salud de los más jóvenes. Sin embargo, la actitud general ante las redes sigue siendo de contemplación e incierta en cuanto a su futuro.