Los casos de smishing no dejan de aumentar. Se trata de una ciberestafa recibida por SMS, con un mensaje que se hace pasar por una organización conocida. Su cometido es engañar al usuario para que proporcione información sensible como contraseñas u otros datos confidenciales.
Entre las entidades más suplantadas están los bancos, empresas de mensajería y supuestos premios de marcas conocidas. Están tan bien replicados, que a menudo se intercalan en la cadena de mensajes reales de las compañías.
Joan Puig, director de Seguridad de la Información de Banco Sabadell, nos da las claves para reconocerlos y así poder ser víctimas de esta ciberestafa. Entre sus recomendaciones, insiste en que jamás hay que acceder al enlace adjunto en el SMS, que nos dirigirá a una web fraudulenta que imita la original. Ante la duda, es mejor acceder a los canales oficiales del banco.
Asimismo, es de gran ayuda mantener actualizados el sistema operativo y las aplicaciones del teléfono móvil.