El Estirón llegó a la casa de los Barrero cuando Álavaro estaba disfrutando de una suculenta merienda y desde entonces, gracias a los consejos de nuestro experto en Nutrición, el Doctor Mariscal, el pequeño ha tenido que acostumbrarse a ver más verduras en su plato, aunque sigue pensando que no son buenas porque su pez "se murió por comer lechuga".

Reconoce que se siente más ágil y en el cole además de verle más delgado le dicen que sale más guapo. Pero, tranquilas, porque asegura que es un alma libre y no se va a echar novia todavía.

El momento que más le gustó del programa fue cuando tuvo que cocinar, porque de mayor quiere ser cocinero. Lo que menos es cuando su madre le obliga a comer más sano y no le deja llevar bocadillos al recreo, porque él piensa que se va a morir de hambre.