El conductor sólo percibe por su efecto, lo que sucede detrás del pedal de freno. Podemos confiar 100% en su efectividad, siempre que todos los elementos que estén en óptimas condiciones.

Dispositivo de transmisión: pedal y circuito hidráulico; el conductor genera y controla la fuerza de frenado deseada.

Dispositivo de retención: las pastillas de freno, que reciben la presión del circuito hidráulico y abrazan con la fuerza requerida el disco de freno.

Dispositivo de sujeción: los discos de freno están directamente unidos al giro de la rueda, y en función de la presión ejercida por las pastillas, retardan o detienen el movimiento de las ruedas del vehículo.

El sistema completo se expone a esfuerzos máximos: Por ejemplo, un vehículo de clase mediana debe aportar una fuerza de frenado de más de 500 kW cuando realiza un frenado total a 130 km/h. ¡Si se parte de un vehículo de 50 kW, la fuerza de frenado es más de 10 veces la potencia del motor! Se pueden alcanzar entre las pastillas y el disco de freno, temperaturas de más de 800º centígrados.

Desde cuidamostucoche.com recomiendan, revisar el sistema de frenado una vez al año o cada 10.000. Pasa por taller de confianza, un profesional te hará revisión básica del sistema en 5 minutos.

Si cuidas tu coche, él te cuidará