Las carreteras son uno de los lugares en los que probablemente debe tenerse más cuidado pues un descuido puede cambiar la vida de miles de conducotres. De hecho, a lo largo de los últimos diez años han muerto al volante 75 personas, resultando otras 250 heridas.
Por ello la DGT, organismo encargado de proporcionar este tipo de datos, recientemente ha celebrado en su sede central una nueva jornada para hablar de los motivos de los accidentes, que cada vez son más por salidas de vía en autopistas de madrugada sin pasajeros (43 por ciento) y por distracciones como los teléfonos móviles (38 por ciento). En este caso, la temática se ha relacionado con la somnolencia y la conducción, que ha dejado 77 muertos en 2021 (7 por ciento de los accidentes mortales).
Durante su celebración expertos de diferentes sectores han debatido sobre la incidencia directa en la siniestralidad vial del sueño y fatiga, aunque previamente algunos han recordado la importancia de no consumir alcohol.
La conversación ha comenzado en relación a la necesidad de parar ante el menor síntoma de sueño, recomendación a la que la Fundación Línea Directa demuestra que no hacemos caso. En España, precisamente es un problema generalizado, si se tienen en cuenta las siguientes cifras: el 30 por ciento de los españoles sufren algún trastorno de sueño mientras que un 45 por ciento duerme menos de siete horas, un 10 por ciento menos que en el resto de Europa.
Sobre estas horas de sueño también han alertado que los riesgos se multiplican por cuatro y por once si se descansa entre 4-5 horas y menos de cuatro horas, respectivamente. Este porcentaje sería de un tercio si concurriesen los efectos del sueño y del alcohol, tal y como apunta Carlos Egea, jefe de Servicio Respiratorio y de la Unidad de Sueño de la OSI de Araba de Vitoria
Otro tema relevante de la reunión ha sido la escasa legislación sobre los trastornos de sueño en la conducción, iniciada por la DGT en 1997, ampliamente criticada por no regular la asistencia del paciente y por la falta de coordinación entre las instituciones relacionadas con la conducción.
Tampoco se ha dejado de lado la situación de los conductores profesionales, muchos autónomos, sobre los cuales se insta al establecimiento de circuitos urgentes de coordinación en las instituciones públicas y privadas para poder diagnosticarles y tratarles sus patologías de sueño en el menor tiempo posible.
Esta insistencia se debe en una parte al número de fallecidos registrados en 2022: 132 profesionales en siniestros laborales viales en itinere y otros 104 durante la jornada de trabajo. Pero también para pedir una mejora de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, que ha dejado desprotegidos a los conductores autónomos en los últimos años.
Por último, varios de los especialistas han debatido sobre la formación de conductores, el diseño de infraestructuras, los avances tecnológicos en vehículos que ayuden a detectar el sueño y acerca de los protocolos de 2022 sobre la exploración médico-psicológica para centros de reconocimiento de conductores que, para el vocal de nuevas tecnologías de la Sociedad Española de Medicina del Tráfico Enrique Mirabet, "ha dado un paso importante en el tema de la apnea del sueño desde un punto de vista preventivo".