Zonas seguras alrededor de las escuelas, clubes de estudiantes que promuevan la seguridad vial y campañas de sensibilización son los ejes de "Rights of way", el proyecto de colaboración entre la empresa Abertis y Unicef para fortalecer el derecho al transporte seguro.
El acuerdo implica 3 millones de dólares (un millón por año durante tres años) para combatir los accidentes en las carreteras, la principal causa de mortalidad en niños y niñas de edad escolar.
La iniciativa, lanzada a finales de 2017, se encuentra en su fase inicial con acciones en Jamaica y Filipinas, según los avances presentados en el Instituto Cervantes de Nueva York.
En Jamaica, un país en el que aspiran a beneficiar a 12.500 niños y niñas, el proyecto está centrado en 15 escuelas identificadas como "de alto riesgo", es decir, que quienes asisten allí no están en una zona segura cuando se trata de caminar hacia el establecimiento.
Por ese motivo, la prioridad es crear zonas seguras alrededor de las escuelas a través de pasos de cebra y señalizaciones y organizar campañas de concienciación.
En ese marco, este año ya se ha iniciado un taller de Escuelas seguras y se ha lanzado un plan de medios.
En Filipinas el proyecto está concentrado en 50 escuelas de alto riesgo y busca beneficiar a 250.000 niños y niñas de forma de directa. En el país asiático, los principales esfuerzos están puestos en desarrollar materiales educativos y de sensibilización que no solo alcancen a los alumnos, sino también a los padres y al público en general. El proyecto también apunta a mejorar el sistema nacional de seguridad vial a través del cruce de datos, desarrollo de indicadores y análisis de la legislación vigente, entre otras iniciativas.
Por ahora, Abertis y Unicef han definido la ubicación del primer programa piloto, que será en Zamboanga, y han avanzado en involucrar a actores para implementar el programa nacional de prevención de siniestralidad infantil que tiene el Departamento de Salud.
Los avances de esta iniciativa se han presentado en el Instituto Cervantes de la ciudad de Nueva York, en un evento que ha contado con la embajadora adjunta de España en la misión ante la ONU, María Bassols Delgado; el director de la Fundación Abertis, Sergi Loughney; el jefe de Protección Infantil de Unicef, Cornelius Williams; y el director de Alianzas Privadas de Unicef, Gary Stahl.
Las cifras detrás de la motivación de este proyecto son contundentes: unos 10 millones de niños resultan heridos o con discapacidad a raíz de accidentes de tráfico cada año; 500 mueren cada día en las carreteras, según cifras de la Organización Mundial de la Salud.
Otro actor de este proyecto es el Institut Guttmann, un hospital especializado en el tratamiento y rehabilitación de personas con lesión medular, daño cerebral adquirido u otras discapacidades con un origen neurológico.