En términos de seguridad vial, el pasado año ha significado el descenso de la siniestralidad en las vías, que aumentaba de forma exponencial desde hace cuatro años. De esta forma, el director general de Tráfico, Pere Navarro, cierra los datos de fallecidos en carretera interurbana y ciudad, con 1.806 víctimas de siniestros.
En comparación con las cifras de accidentes de 2017, este último año se han registrado hasta 24 fallecidos menos. No obstante, pese a que la media de fallecimientos diarios durante 2018 se sitúa en cinco fallecidos cada día a lo largo del año, durante este periodo se ha registrado también un aumento significativo del 45% de los atropellos mortales en vías interurbanas.
Además, a este dato se le une el que informa del riesgo para los usuarios más vulnerables de las vías, que continúa en aumento y que en la actualidad supone que peatones, ciclistas y motoristas engloben el 48% de las víctimas mortales de accidentes. Por otro lado, las muertes de ciclistas en carretera se reducen a 20 fallecidos menos que en 2017.
En cuanto al descenso de víctimas mortales y heridos en carretera, 1.806 personas fallecieron, y 138.609 resultaron heridas, en 102.299 accidentes con víctimas. Es decir, un 1,3% menos que en 2017. Estas cifras son significativas también, ya que el descenso en el número de siniestros en la vía llega en un año que supone el aumento del 1,9% en los desplazamientos de largo recorrido, así como del 7% en el número de matriculaciones.
De momento la tasa de fallecidos en carretera se sitúa en 39 personas por cada millón de habitantes; una cifra que España pretende reducir y que en 2020, se sitúe en 37 fallecidos. De esta forma España se sitúa por debajo de Reino Unido, Dinamarca, Irlanda, Suecia y Países Bajos en cuanto a siniestralidad por millón de habitantes; pero por encima de Bélgica, Francia o Italia, y al mismo nivel que la tasa alemana en un dato que la media europea sitúa en 49 fallecidos por cada millón de habitantes.