A lo largo del último año, los autobuses públicos sevillanos han logrado evitar la emisión de más de 1.500 toneladas de CO2 a la atmósfera. Para ello, la compañía Transportes Urbanos de Sevilla, Sociedad Anónima Municipal (TUSSAM)se ha basado en un sistema de gestión que promueve la conducción eficiente.
Este modelo, que ya ha sido aplaudido por la Unión Europea, engloba la formación inicial de los conductores, así como un seguimiento continuo de los traslados mediante sesiones personalizadas de mejora al volante. Su objetivo inicial, si bien se centraría en mejorar la conducción, pasa también por una reducción de los gases contaminantes y del consumo de combustible.
De esta forma, sería posible lograr una disminución superior al 5%, junto con el propio descenso en la siniestralidad y el número de accidentes de tráfico. Todas estas metas formarían parte de un proceso conocido como BLED (Blended Learning for Efficient Driving); un tipo de aprendizaje combinado para una conducción más eficiente, que ya se había presentado a la Unión Europea.
Este sistema integral de gestión, capaz de proporcionar capacitación tanto en tiempo real como sin necesidad de conexión, contaría con el visto bueno de la Unión, y ya habría sido seleccionado como “una iniciativa de referencia para la reducción del impacto medioambiental en las ciudades”.